Por: Hernán A Jaramillo R
Él próximo 25 de Febrero se cumplirán 2 años de la fundación de uno de los equipos más significativos en la Universidad de La Sabana. Un equipo compuesto por gladiadores que no pensaron en como lucir el uniforme ni mucho menos en la marca de sus guayos, simplemente se dedicaron a manejar la pelota de tal forma que después de años de sufrimientos y desatinos, lograron obtener el tan anhelado campeonato. Senegal era el equipo que despertaba toda clase de sentimientos en los alumnos de 6 y 7 semestre de la Facultad de Comunicación Social & Periodismo.
Fueron muchas las desilusiones que se vivieron dentro y fuera del terreno de juego. Los juegos de primera ronda siempre iniciaban con una oración para que aunque sea se pudiera comenzar el compromiso con el mínimo de jugadores. Se perdían puntos indispensables por errores infantiles, así mismo por dejarse llevar más de la emoción que de la razón, muchos jugadores fundamentales, se perdían de más de un partido por ver la tarjeta roja. Es aquí, en estos momentos donde surgió la jerarquía y experiencia de algunos de sus jugadores, decidieron “echarse el equipo al hombro”, y compartir esos pequeños detalles que hacen al buen jugador.
Desafortunadamente, en la mayoría de los casos las cosas suceden, y simplemente se dejan pasar sin preguntarse el porque. Senegal empezó a pensar en grande y las grandes proezas ya no estaban tan lejos. Los puntos empezaron a llegar y a su vez las alegrías en sus filas. Los comentarios ya sonaban en los pasillos de los camerinos y se preguntaba por varios jugadores que aparecían en las planillas como goleadores o porteros con la valla menos vencida; logros que se consiguieron después de creer verdaderamente en lo que había detrás de esa camiseta verdiblanca que los caracterizaba. Después de tristezas, alegrías y desilusiones, se logró lo impensado, el campeonato.
Estoy seguro que este próximo 25 de Febrero estaremos todos reunidos, ya no en una cancha de fútbol, sino tal vez en un salón de clase preparando los últimos trabajos y no la formación para el próximo partido. No pensaremos en como atacar al próximo rival, sino en como defendernos en nuestra próxima entrevista de trabajo. Son recuerdos que nunca se borraran de nuestras mentes, y que simplemente perduraran en el tiempo como su nombre lo dice, recuerdos.
sábado, 21 de abril de 2007
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