Por: Diego Iván Cruz
Para muchos el partido Millonarios-Quindío comenzó a las 5.30 pm. Por el contrario, para algunos este mismo se inicio desde las 11 de la mañana. A esa hora no rodó la bola pero si empezó el trabajo para otro equipo que se juega tal vez más que los mismos actores del encuentro. Se inicia el proceso de montaje de la transmisión por televisión.
La labor se inicia con la llegada de la móvil de transmisión acompañada por su respectiva planta de energía a las 11.05 am. Su lugar de trabajo es el costado norte del estadio El Campín. En este punto son esperadas por el director de la transmisión, parte fundamental del equipo.
Con la llegada de lo encargados de audio, camarógrafos, operadores de VTR, asistentes y demás miembros, el esquema de la transmisión comienza a elaborarse. El primer paso es montar los equipos dentro y fuera del estadio. Todo debe transcurrir dentro de lo previsto.
Más de 300 metros de cable ruedan por el suelo, algunos asistentes se trepan en los techos para así asegurar que las comunicaciones estén listas y que ningún inconveniente dañe la planeación de este compromiso.
El coordinador, como responsable de la estrategia de transmisión, reparte instrucciones a todos sus muchachos. Los encargados de audio se cercioran de los micrófonos y que los cables alcancen. Las personas de las cámaras prueban los ángulos y sus posiciones. El ingeniero ubica la señal en todas las pantallas de la móvil, usualmente, es él quien está dando todas las instrucciones para que ellos ganen este partido y el juego llegue a millones de televidentes cada domingo.
La misión no es fácil, pues siempre se presentan inconvenientes de última hora como que una cámara se apague, que un cable se rompa o que las comunicaciones se corten. Estos son apenas algunos de los problemas que deben enfrentar cada partido los miembros de este grupo.
La concentración es tal vez más importante para los integrantes de la producción que para los mismos jugadores de fútbol, un error seria bastante doloroso no solo por lo que significa como señal sino por las consecuencias económicas que este puede tener, ya que una transmisión tiene unas pautas vendidas y de no ser evacuadas durante partido traerían problemas muy grandes tales como demandas o perdidas de dinero.
Ya con todo instalado y probado comienza la etapa de “calentamiento” que inicia alrededor de las 5:00 de la tarde. Esto consiste en probar la recepción de señal en estudio y probar la comunicación de los periodistas de planta baja con los presentadores en el set. Este ejercicio debe salir perfecto pues en esta transmisión la responsabilidad recae en los dos periodistas de camerinos que son los que están en el estadio y tienen la misión de informar cualquier detalle sobre el transcurrir del partido y cualquier incidencia que se presente tanto en la cancha o en las tribunas.
A las 5.29 pm la suerte ya esta echada, la concentración es mayor todavía, se debe recibir la señal de estudio en un momento preciso y así comenzar la producción del partido. Desde el set dan la orden de estar preparados, la cuentan allá y la cuenta en la móvil, 10, 9,8, 7,6, 5, 4, 3, 2, 1 ¡al aire! Grita el coordinador, el encargado del VTR desea buena suerte a todos, mientras el coordinador se persigna y da el mismo mensaje a cámaras y asistentes.
Durante la trasmisión poco se habla. El coordinador da las instrucciones de forma serena. En la cabina todos comentan una que otra jugada sin descuidar su tarea. El ingeniero sale a hacer recorridos para mirar que todo funcione correctamente. Desde el estudio piden algunas cosas como detallar jugadores claves, señalar a los que amonestan o los autores de los goles, en general todo transcurre con tranquilidad.
Comenzando el segundo tiempo, una pantalla de la móvil se apaga y el coordinador pierde a una de sus cámaras, todo explota, gritos van de lado a lado, el ingeniero corre para mirar que ocurrió, la tensión se siente en toda la cabina, desde estudio el productor no para de gritar, la calma solo llega 30 segundos después cuando el ingeniero encuentra el daño y lo arregla. Era un cable que se había soltado, todo se normaliza pero ya nadie habla.
A las 7:29 pm todo termina, se les agradece a todos su colaboración, los periodistas se desconectan y entregan sus micrófonos a los asistentes. Otros corren de lado a lado jalando los cables para después enrollarlos y guardarlos, todo se hace muy rápido nadie quiere demorar esto.
Tan solo pasan 15 minutos y la móvil ya esta prendida esperando al último de los colaboradores que trae un televisor que estaba en una cabina del tercer piso, solo fue que lo vieran y le gritaran que se moviera para que todo acabara. Ya con todo listo el vehiculo arranca y deja su lugar de trabajo desocupado como lo encontró.
El partido en la cancha no tuvo un ganador pero los televidentes si triunfaron al poder ver sin ningún problema a sus equipos y esta victoria se la dio un grupo de gente que trabaja disciplinadamente para dar lo mejor en cada oportunidad que se le requiere.
sábado, 21 de abril de 2007
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