HERNÁN JARAMILLO R
COD 200310175
CRÓNICA DEPORTIVA
Los domingos son los días más esperados por todas esas personas que idolatran la pasión del fútbol. Cada ocho días en todos los estadios del planeta se reafirma porque la práctica de este deporte es la más admirada en el mundo. Mientras los espectadores se comen las uñas en las gradas; en el terreno de juego dos equipos se enfrentan por lograr tres puntos fundamentales por la obtención del campeonato, convirtiéndolos en los principales protagonistas.
En esta oportunidad, el estadio Nemesio Camacho “El Campín” se convierte en el escenario perfecto para vivir esas sensaciones que más de uno moriría por vivir. Después de observar un partido válido por la sexta fecha de la Copa Mustang I entre el Club Deportivo Los Millonarios y el Deportes Quindío diferentes sensaciones quedan; esta vez el aire de insatisfacción de la hinchada capitalina era más grande, pues un último lugar en la tabla de posiciones no era para nada alentador.
Durante los noventa minutos los integrantes de la barra “Aliento Azul” no pararon de alentar al equipo albiazul, y a pesar de no llevar mucho tiempo en la tribuna occidental, se han ganado un pequeño espacio en los corazones capitalinos. Poco conocida entre la multitud pero recordada por la calidad de su gente, la barra vive cada partido como si fuera el último.
Los aficionados y los mismos jugadores no se dan cuenta, ni valoran lo que una barra es capaz de hacer por demostrar el amor que se tiene por la camiseta y la misma institución. El trabajo es arduo, no es simplemente llegar a colocar banderas y frentes, esto requiere de tiempo y permisos que no los obtiene cualquier persona. Es por esto que es preciso ir, un poco más adentro de lo que esto significa.
Después de vivir una fría tarde, tanto por el clima, como por el fútbol demostrado, las tribunas se empiezan a desocupar rápidamente, solamente quedan algunas manchas azules que cumplen con el rigor de recoger todo lo que utilizaron. Fabián Cuellar, integrante de la barra y enfermo por la pasión albiazul, no pierde detalle alguno, para cerrar una tarde de domingo.
El pequeño frente de la hinchada se recoge con total cuidado, (vale la pena recordar que lo están estrenando), y se dobla en partes iguales para poderlo utilizar en el próximo encuentro, lo introducen en una tula verde militar y con cara de tristeza, los hinchas no paran de lamentarse por el lamentable empate. Pensaban, por unos momentos y revisaban el Satélite futbolero, la verdad no paraban de hacer cuentas, y los resultados no eran para nada alentadores.
Resignados, empiezan a recoger cada uno de los plásticos y los pocos cojines, se comentan detalles del partido, y cada vez más se confirma la mala situación que vive el equipo. Los rastros de que en esa tribuna estuvo una barra cada vez se hacen menos evidente, solamente queda el famoso papel picado, y muchas colillas de cigarrillo que fueron victimas del mal resultado.
Son cinco personas las que quedan con Fabián, cada una llevaba algo en la mano; Juan y Ferney iban con las maletas, la única mujer en el momento, Patricia llevaba las bolsas, y Andrés, José, y Felipe no dejaron los instrumentos que no pararon de vibrar durante todo el partido. Los comentarios mientras salen del estadio no faltaron, los fanáticos mas tranquilos pensaban que el error estuvo en el técnico, otros que en la falta de actitud de los jugadores, mientras la tribuna lateral norte y sus Comandos Azules opinaban que Henao ya debería ser reemplazado por el juvenil Cuadrado.
Con tristeza y preocupación se acercan al parqueadero, y siendo ya alrededor de las ocho de la noche comparten el último cigarrillo; esta vez no importo el trabajo de la barra, ni la espera que tienen que afrontar cada domingo en el estadio, el corazón de estos hinchas no piensa en tiempo mucho menos en descanso, ellos solo quieren ver a su equipo ganador. Lamentando los últimos comentarios sobre el encuentro, solo piden rezar por su equipo, para ver si por lo menos logran sacar algún punto en la ciudad de Pasto, o tocara aumentar la espera al próximo encuentro en la capital.
sábado, 21 de abril de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario