Nelson Castro, toda una vida compitiendo, una perspectiva desde los dos lados de la mesa.
Por: David Enrique Moreno Mejía
El diciembre de 1963 no fue un mes normal para Nelson Castro, este día fue la primera vez que sus manos palparon una raqueta de Tenis de Mesa. “En una tarde que no tenía nada que hacer porque acaba el colegio, Javier, un amigo, me invitó a jugar este deporte, me pareció entretenido y continué practicándolo diariamente”, asegura Castro.
Así como Nelson Castro, entretención es una palabra que se les viene a la mente a las personas cuando piensan en algún deporte. Sin embargo, en Colombia el deporte en muchos sectores deprimidos del país es visto como una salida económica a una situación de pobreza. Motivación errónea y superficial que ha construido una cultura donde lo que vale no es el triunfo sino el dinero que se consiga.
Sin embargo, es importante aclarar la función educativa, social y emocional que un deporte brinda a los seres humanos. Este fue el caso de Nelson Castro, un joven que a sus 15 años de edad, haciendo noveno de bachillerato, evitó una vida de vicios y rebeldía en la que su círculo social quería envolverlo. Presión que supo manejar, y haciendo una cara de tranquilidad confiesa que “mi mejor amigo, o el que yo consideraba que lo era, trató de inducirme a robar un supermercado con el fin de pagar un televisor que había roto en otro robo y lo habían pillado”.
Dicho robo nunca se realizó, o por lo menos no con la complicidad de Nelson, quién decidió ir a un torneo aficionado de tenis de mesa en la tarde que se había planeado el hurto. Sin embargo según él, esta no fue la razón fundamental de su decisión, asegura a que una frase dicha por la persona que lo estaba entrenado lo hizo cambiar de decisión. “Fabián el entrenador de aficionados de pueblo, en Facatativa, me dijo “quién gana haciendo trampa, o manipula resultados no es digno de del deporte que práctica” y esa frase me llegó al alma”
Frase que significó aún más apasionarse ya en un nivel más alto en su deporte. A los 17, apenas terminó su bachillerato se ganó un cupo en la liga de Cundinamarca con la que fue campeón departamental. Sin embargo, obtener este triunfo no fue fácil para él, no sólo por el factor deportivo sino a nivel personal, donde constantemente tuvo problemas con su padre por practicar este deporte. “mi papá quería que yo jugara fútbol como el lo hizo, como era la tradición de mi familia, llego a decirme que ese deporte si era de hombres, y hasta de pronto podía ganar dinero y no vivir de limosnas”
¿Pensamiento antiguo? O aún vigente en la cultura de hoy en día. Es notorio que la tradición del fútbol ha pasado de generación en generación, y la idea de que “ese deporte si da plata” también.
Pensamiento que es muy difícil de romper, es un proceso, el cual involucra la participación activa de los hogares, los gobernantes y hasta los medios de comunicación. Estos últimos, culpables de no difundir deportes donde existe mucho talento. “Es obvio que si la selección Colombia gana el mundial de fútbol es noticia, pero ¿ocurriría lo mismo si un colombiano ganara el mundial de tenis de mesa?” se pregunta Nelson Castro colocándose las manos sobre la cabeza.
Por otra parte, todos los deportistas buscan representar los colores de su bandera internacionalmente. “Sí, es el sueño de todos, y aunque yo no pude pertenecer a la categoría élite, creo que es un sensación de reconocimiento y responsabilidad frente a miles de personas” asegura castro. Así como él, los deportistas en Colombia son muchos, y ellos le dan su vida al deporte, pero asimismo lo que aprenden del deporte se convierte en su esencia “sin lugar a dudas el deporte, por su rigurosidad, brinda valores, forma carácter y moldea un estilo de vida sano”
Por último, en la cultura de los colombianos está la actitud luchadora, aguerrida, de no dejarse vencer fácil. Elementos que se reflejan en los deportistas colombianos. “Yo he vívido difíciles situaciones personales y deportivas, sin embargo una se complementa con la otra, el deporte me ayudó a salir de problemas económicos y mi rectitud me ayudó a ser bueno y digno de practicarlo”
Actualmente Nelson Castro tiene 33 años de edad, es un reconocido entrenador de tenis de mesa en la Liga de Bogotá y Universidad de La Sabana. Una persona que tiene muchas amistades gracias a su profesión, pero también la responsabilidad de formar cultura a través del deporte en los jugadores que actualmente dirige. Casualmente ahora salen de su boca los consejos que una vez lo salvaron, con la esperanza que los aprovechen como alguna vez él lo hizo.
“los valores que se muestren
el en juego se reflejan en nuestra vida diaria”
Nelson castro
Por: David Enrique Moreno Mejía
El diciembre de 1963 no fue un mes normal para Nelson Castro, este día fue la primera vez que sus manos palparon una raqueta de Tenis de Mesa. “En una tarde que no tenía nada que hacer porque acaba el colegio, Javier, un amigo, me invitó a jugar este deporte, me pareció entretenido y continué practicándolo diariamente”, asegura Castro.
Así como Nelson Castro, entretención es una palabra que se les viene a la mente a las personas cuando piensan en algún deporte. Sin embargo, en Colombia el deporte en muchos sectores deprimidos del país es visto como una salida económica a una situación de pobreza. Motivación errónea y superficial que ha construido una cultura donde lo que vale no es el triunfo sino el dinero que se consiga.
Sin embargo, es importante aclarar la función educativa, social y emocional que un deporte brinda a los seres humanos. Este fue el caso de Nelson Castro, un joven que a sus 15 años de edad, haciendo noveno de bachillerato, evitó una vida de vicios y rebeldía en la que su círculo social quería envolverlo. Presión que supo manejar, y haciendo una cara de tranquilidad confiesa que “mi mejor amigo, o el que yo consideraba que lo era, trató de inducirme a robar un supermercado con el fin de pagar un televisor que había roto en otro robo y lo habían pillado”.
Dicho robo nunca se realizó, o por lo menos no con la complicidad de Nelson, quién decidió ir a un torneo aficionado de tenis de mesa en la tarde que se había planeado el hurto. Sin embargo según él, esta no fue la razón fundamental de su decisión, asegura a que una frase dicha por la persona que lo estaba entrenado lo hizo cambiar de decisión. “Fabián el entrenador de aficionados de pueblo, en Facatativa, me dijo “quién gana haciendo trampa, o manipula resultados no es digno de del deporte que práctica” y esa frase me llegó al alma”
Frase que significó aún más apasionarse ya en un nivel más alto en su deporte. A los 17, apenas terminó su bachillerato se ganó un cupo en la liga de Cundinamarca con la que fue campeón departamental. Sin embargo, obtener este triunfo no fue fácil para él, no sólo por el factor deportivo sino a nivel personal, donde constantemente tuvo problemas con su padre por practicar este deporte. “mi papá quería que yo jugara fútbol como el lo hizo, como era la tradición de mi familia, llego a decirme que ese deporte si era de hombres, y hasta de pronto podía ganar dinero y no vivir de limosnas”
¿Pensamiento antiguo? O aún vigente en la cultura de hoy en día. Es notorio que la tradición del fútbol ha pasado de generación en generación, y la idea de que “ese deporte si da plata” también.
Pensamiento que es muy difícil de romper, es un proceso, el cual involucra la participación activa de los hogares, los gobernantes y hasta los medios de comunicación. Estos últimos, culpables de no difundir deportes donde existe mucho talento. “Es obvio que si la selección Colombia gana el mundial de fútbol es noticia, pero ¿ocurriría lo mismo si un colombiano ganara el mundial de tenis de mesa?” se pregunta Nelson Castro colocándose las manos sobre la cabeza.
Por otra parte, todos los deportistas buscan representar los colores de su bandera internacionalmente. “Sí, es el sueño de todos, y aunque yo no pude pertenecer a la categoría élite, creo que es un sensación de reconocimiento y responsabilidad frente a miles de personas” asegura castro. Así como él, los deportistas en Colombia son muchos, y ellos le dan su vida al deporte, pero asimismo lo que aprenden del deporte se convierte en su esencia “sin lugar a dudas el deporte, por su rigurosidad, brinda valores, forma carácter y moldea un estilo de vida sano”
Por último, en la cultura de los colombianos está la actitud luchadora, aguerrida, de no dejarse vencer fácil. Elementos que se reflejan en los deportistas colombianos. “Yo he vívido difíciles situaciones personales y deportivas, sin embargo una se complementa con la otra, el deporte me ayudó a salir de problemas económicos y mi rectitud me ayudó a ser bueno y digno de practicarlo”
Actualmente Nelson Castro tiene 33 años de edad, es un reconocido entrenador de tenis de mesa en la Liga de Bogotá y Universidad de La Sabana. Una persona que tiene muchas amistades gracias a su profesión, pero también la responsabilidad de formar cultura a través del deporte en los jugadores que actualmente dirige. Casualmente ahora salen de su boca los consejos que una vez lo salvaron, con la esperanza que los aprovechen como alguna vez él lo hizo.
“los valores que se muestren
el en juego se reflejan en nuestra vida diaria”
Nelson castro